La Bella y la Bestia

Asociación Les Amis de L'Esparrou
Belle: Louise de Swarte
Tía de Bella: Victoria Esteban
La Bestia: Romain Fructuoso
Gastón: Vincent Thomas
Madame Samovar: Barbara Péroneille
Big Ben: Yann Subile
Iluminación: Quentin Aubert
Solistas y coro: Maîtrise de l'IRVEM
Dirección escénica: Camille Viel
Coreografía: Camille Viel / Marlène Marc
Decorados: Ghislain Fayard
Dirección del coro. Maîtrise de l'IRVEM: Bertille de Swarte

Cuenta la historia de un joven príncipe que vivía en un suntuoso castillo. Aunque había sido bendecido con todo lo que la vida podía ofrecerle, el príncipe era un hombre caprichoso, egoísta e insensible. Una noche de invierno, una vieja mendiga se presentó en el castillo y le ofreció una rosa a cambio de cobijo contra el frío. Al príncipe le repugnó su aspecto miserable y la ahuyentó. Ella intentó hacerle comprender que nunca hay que fiarse de las apariencias y que la verdadera belleza nace del corazón. Como castigo, lo convirtió en una bestia monstruosa y hechizó el castillo y a todos sus ocupantes.

Horrorizada por su espantoso aspecto, la Bestia se retiró a las profundidades de su castillo, con un espejo mágico como única ventana al mundo exterior. La rosa que le habían regalado era una rosa encantada que no se marchitaría hasta su vigésimo primer cumpleaños. Antes de que cayera el último pétalo de la flor mágica, el príncipe tendría que amar a una mujer y hacer que ella le correspondiera para romper el hechizo. De lo contrario, estaría condenado a parecer un monstruo por toda la eternidad. Cuanto más pasaban los años, más perdía el príncipe toda esperanza de escapar a esta maldición, pues en realidad, ¿quién podría amar... a una bestia?